La cuarentena se convirtió en una temporada de movimiento para madres y padres. El desafío es mantener a los chicos entretenidos. 

Por eso, en esta oportunidad compartimos algunas ideas desarrolladas por diferentes equipos de Fundación Arcor para los módulos descargables de su portal educativo.

¡Animate a hacer estas actividades en familia para disfrutar del tiempo juntos!

Pulseritas multicolores

Podés transformar las botellas de plástico en pulseras de colores. Es muy fácil, solo tenés que seguir estos pasos: 

Cortá la parte lisa de la botella en rodajas. Luego, forrá las rodajas con cinta de embalar para evitar que los bordes, que pueden tener filo, corten o lastimen.

Y ahora sí, sumá a los más pequeños para que juntos puedan decorar estas pulseras. Pueden usar distintos materiales, por ejemplo: lana, cintas de colores, recortes de tela. Y, por qué no, agregarle accesorios como moños, mostacillas, botones o cualquier detalle que encontremos en los cajones de casa. 

De noche: juegos con luz

El momento de ir a dormir también puede tener un espacio de encuentro y juegos en familia. Aquí van algunas ideas para compartir con los chicos cuando ya están acostados en la cama. 

Lo primero que hay que hacer es juntar todas las linternas de la casa, cubrir la lámpara con un trozo de papel celofán de distintos colores y ajustarla con una bandita elástica. Se trata de ir probando entre todos cómo cambian los objetos de la habitación al ser iluminados con distintos tonos, las caras o tratar de formar dibujos al proyectarlas sobre la pared o el piso. 

Otra opción para los que gustan de los cuentos o historias al momento de dormir es armar una caja con muñecos y juguetes pequeños o siluetas recortadas en cartón (personas, animales, elementos de la vida cotidiana). Cada noche, un integrante distinto de la familia saca una al azar, la ilumina a contraluz para proyectarla en una pared y debe inventar un cuento o una historia con esos personajes para compartir en familia. 

Títeres y cuentos clásicos

La idea es armar los títeres para acompañar la lectura de La Hormiga y la Cigarra, una fábula clásica atribuida a Esopo que luego fue recreada por Jean de La Fontaine y Félix María Samaniego. Los dibujos se pueden descargar desde acá o copiar en una hoja blanca. Y después, lo único que hay que hacer es recortarlos y pegarlos sobre el cilindro de cartón de un rollo de papel higiénico. 

¿Listos para leer?

La cigarra era feliz disfrutando del verano: el sol brillaba, las flores desprendían su aroma… y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.

-¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti, le decía la cigarra a la hormiga.

-Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería, le respondía la hormiga mientras transportaba el grano, atareada.

La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.

Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por el campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga y se acercó a pedirle ayuda:

-Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.

La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.

-Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?

-Cantaba y cantaba bajo el sol, contestó la cigarra.

-¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno.

Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.

Moraleja: Quién quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.

FIN