La necesidad de barbijos como material de trabajo imprescindible en el marco de la actual pandemia, resultó una oportunidad para sostener la relación comercial con proveedores de la economía social, particularmente con El Arca, con quienes venimos trabajando desde hace más de 10 años. Juntos descubrimos una nueva oportunidad de trabajo para las emprendedoras textiles con el gran desafío de llegar en el tiempo y la calidad esperada en momentos de distanciamiento social. 

“Dicen que de cada crisis nace una oportunidad, y esto es una muestra de ello. Cuando se nos presentó esta necesidad, pensamos en El Arca como primera opción, nos contactamos y comenzamos a trabajar de inmediato. Hasta la fecha han cumplido con las entregas planificadas para las distintas bases del grupo de la manera que ya nos tienen acostumbrados. Con El Arca constantemente estamos en búsqueda de nuevas oportunidades que permitan mantener y fortalecer aún más los lazos comerciales que venimos desarrollando desde hace mucho tiempo”, agrega Maximiliano Tabin, Gerente Compras MRO & Energía en Grupo Arcor.

Hasta el momento son más de 200 mil barbijos los solicitados, cuya confección está a cargo del área de Producción Textil de El Arca. Esta parte de la organización está integrada por más de 60 mujeres de los departamentos de Godoy Cruz, Guaymallén, Capital y Las Heras. En su mayoría son jefas de hogar y tienen experiencia en costura. Ellas, además, son las productoras de guardapolvos, remeras, pantalones, casacas y otras prendas de trabajo que se usan regularmente en nuestras plantas.

Para poder hacerlos, pusieron a disposición una estructura de 4 productores para el área de corte y 51 para la confección. Cada uno tienen la capacidad de producir 200 barbijos por día y dedican seis días de la semana a este proyecto.

“Como no podíamos reunirnos en el taller para enseñar a hacerlos, hicimos videitos y usamos métodos modernos como las videollamadas para comunicarnos, incorporamos la tecnología a full”, apunta Liliana, una de las cortadoras. “Cuando esto empezó pensé que acá encerrados iba a ser difícil por la falta de trabajo, pero gracias a todos los integrantes de El Arca ha salido bien, hemos tenido trabajo, se ha pagado a tiempo. Para nosotros es muy importante tener esto, que es tan difícil ahora”, reflexiona Tita, otra de las cortadoras. 

En 2008 iniciamos el vínculo con El Arca a través del Programa de Compras Inclusivas Responsables, una iniciativa que busca generar inclusión económica y social de aquellos proveedores con menos oportunidades de acceder al mercado. “Para nosotros el mayor logro de este proceso con Grupo Arcor fue desarrollar las capacidades necesarias para proveer a una empresa de semejante tamaño. La relación ha fortalecido nuestra subjetividad, nuestro amor propio, nuestra capacidad de sentir que podemos”, comparte Pablo Ordóñez, uno de los fundadores de la Asociación.

El año pasado, en el marco del XI Foro Internacional de RedEAmérica, recibimos el Premio Transformadores en la categoría Negocios y Comunidades Sostenibles por este programa.

Para conocer más de El Arca, podés entrar a su web: http://www.elarcamendoza.com.ar/