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Nutrición en cada etapa de la vida: primeros años de vida

Desde el nacimiento hasta los 6 meses:
Durante los primeros seis meses de vida, la lactancia materna exclusiva, natural o con fórmula (en los casos donde la primera sea imposible), satisface totalmente los requerimientos nutricionales del bebé. Ofrecerle otros alimentos u otros líquidos a esta edad, puede tener muchos riesgos que afecten su crecimiento y su salud.

A partir de los 6 meses:
La introducción de alimentos inicia cuando el niño recibe el primer alimento diferente a la leche materna, esto debe suceder a partir de los seis meses de edad y debe terminar cuando el niño se incorpora completamente a la dieta familiar, cerca de los dos años de edad.

Esta alimentación complementaria debe ser oportuna, es decir, no introducir alimentos diferentes a la leche materna, antes de los seis meses de edad, ni muy tarde a esa edad. Debe ser gradual, por lo que hay que introducir poco a poco cantidades, sabores y texturas de alimentos de acuerdo al crecimiento del niño.

→ Al empezar se debe ofrecer un solo tipo de alimento y, después de tres o cuatro días, se podrá ofrecer otro alimento al bebé (siempre solo). Más adelante, se pueden ir mezclando los alimentos.
→ Las cantidades deben ser muy pequeñas (una o dos cucharaditas). Se aumentan a medida que pasa el tiempo y que el niño acepte mayores cantidades.
→ Dar preparaciones muy suaves como purés colados, luego purés más espesos. Posteriormente alimentos pisados; luego comidas blandas en pedacitos pequeños. Finalmente preparaciones de comidas como las de los adultos.
→ Dar a conocer al niño poco a poco los diferentes sabores primero solos y después mezclados.

 

10 PUNTOS QUE DEBES TENER EN CUENTA CUANDO HABLAMOS DEL DESARROLLO DE UNA ADECUADA CONDUCTA ALIMENTARIA.

1. Es importante tener un esquema regular de comidas (tres comidas principales al día y dos comidas ligeras), pues cuando el niño come cada 2-3 horas, con horarios regulares, se facilita la aparición de momentos de hambre y probablemente comerá mejor.

2. Los momentos de la comida deben ser placenteros. En estas condiciones, se le debe dar el tiempo prudencial para comer, y permitir que abandone la mesa cuando muestre que ya comió suficiente (no hacerlo comer cuando no tiene hambre).

3. Recordar que muchos niños, igual que muchos adultos, son neofóbicos, lo nuevo produce rechazo y es probado con cautela pero también son neofílicos, lo nuevo también atrae.

4. Se recomienda para lograr la aceptación de aquellos alimentos que fueron rechazados, dos ofrecimientos por semana, lo que puede llegar a necesitar 8-10 exposiciones hasta definir si realmente el alimento no es de su preferencia.

5. Los niños necesitan cantidades muy pequeñas de alimentos: los tamaños de sus porciones son 1⁄4 de la de los adultos. Pueden tener con un trozo del tamaño de dos dedos ó 1 a 2 cucharones de verduras como una porción.

6. Entre los 1 y 5 años los niños están en un período de mucha inquietud y de aprendizaje, y algunas veces no tendrán interés en las comidas.

7. Se les debe ayudar a tener una comida exitosa, situación que se facilita dándoles alimentos que les gusten, siempre y cuando en su conjunto logren una alimentación balanceada, al mismo tiempo que sean fáciles de agarrar y de masticar.

8. Los alimentos sólidos se deben cortar en trozos pequeños para evitar situaciones de ahogo.

9. La principal responsabilidad de los padres respecto de la alimentación de sus niños es es qué le van a dar (conseguir y dar alimentos variados),  cuándo se los van a dar (en los horarios de las tres comidas principales y dos snacks), dónde se los van a dar (en la mesa familiar) y cómo se los van a dar (especialmente para evitar los riesgos de sofocación).

10. La responsabilidad del niño es comer, obedeciendo únicamente a las sensaciones internas de hambre y saciedad.